domingo, 7 de septiembre de 2014

FORMACIÓN SOBRE LA RESURRECCIÓN

        
               

  1. Nosotros, cada Domingo después de escuchar la homilía, de pie recitamos nuestra Profesión de Fe y en ella decimos, Creo en Jesucristo que fue muerto y al tercer día Resucitó. A veces lo pasamos tan  rápido y tan resabido que nos pasa por alto qué es lo que en realidad decimos. Es decir que profesamos que Jesús, el que colgaron de una cruz, está Vivo. Es El viviente, está en medio de nosotros, porque si esto no fuera verdad como nos dice S. Pablo en su primera carta a los Corintios en el capítulo 15, seríamos los más desgraciados de este mundo.

 Resucitar de entre los muertos lo podríamos entender en el sentido que podríamos llamar terrestre. Resucitar sería simplemente volver a la misma vida que tenía antes, reanudar lo que la muerte interrumpió. En este sentido, El Resucitado no tiene una nueva vida, sino una segunda parte de la misma vida; si fuese asi, continuaría siendo mortal.  Esta fue la resurrección de Lázaro. Ésta parece ser la única resurrección a la que el hombre aspira.

Pero esta no es la resurrección,  a la  que  Jesús nos está invitando, esa resurrección es, en realidad, más una suspensión o un retraso de los efectos de la muerte, que una verdadera resurrección. 
Cuando hablamos de la  Resurrección de Cristo hablamos de mucho más. Jesús, al resucitar, no da un paso atrás, sino un paso adelante. No es que regrese a la vida de antes, es que entra en la vida total. No cruza hacia atrás el umbral de la muerte, sino que da un vertiginoso salto hacia delante, penetra en la eternidad; no reingresa en el tiempo.
 Jesús después de la resurrección,  no vuelve a estar vivo, sino que se convierte el “El Viviente”, en el que ya no puede morir. No es que regrese por la puerta desde donde salió, es que se encuentra y descubre una nueva puerta por la que se escapa hacia las praderas eternas.
 Su resurrección no aporta, pues, un trozo más a la vida humana. Descubre una nueva vida.

2.-Imágenes que nos pueden ayudar a la comprensión.

Imaginemos que podemos dialogar con el feto en el seno de la madre a punto de nacer. lo encontramos todo preocupado porque no sabe lo que le puede suceder. Él ahora se encuentra bien, está protegido, tiene alimento, no se tiene que preocupar para respirar...y en estas condiciones le dijéramos: mira ahora tu vas a pasar a un lugar........serás independiente, pues podrás comer, respirar por ti mismo.... Su respuesta sería, dejadme en paz aquí estoy bien y este mundo esta cualidad de vida que me cuentas yo no la conozco. Aquí yo estoy seguro... 
su respuesta es la misma que nosotros hacemos cuando nos hablan de esta nueva vida que el resucitado ha adquirido, una vida plena, una vida total que ya no está sometida a la muerte, que ya no puede morir, que ya no está sometida al factor tiempo y espacio, limites..

3.-La Resurrección: verdad Cristiana y verdad Racional

 Para esto, tenemos que saber conjugar el sentido histórico, (lo que pasó y como lo vivió la primera comunidad), y el sentido que tiene para nuestra vida concreta.
Muchos cristianos decimos creer en la resurrección de Jesús, pero esto no tiene en la practica ninguna consecuencia, todo continua igual en nuestras vidas.  
La afirmación de que Jesús ha resucitado  tiene sentido cuando , revoluciona nuestra vida personal y comunitaria, hay cambios concretos y reales como los hubo en los primeros apóstoles. El cambio que la resurrección produjo en ellos, no fue una ilusión, fue un hecho real ,  La nueva vida del Cristo vencedor de la muerte.
  

4.-Cristo resucitado: El mismo y distinto

   Es el mismo, los suyos lo reconocen. Dicen: es el Señor. Le distinguen por su acento, sus marcas, sus maneras, sus gestos. Se diría que los evangelios nos ofrecen todo un retrato de identidad.
   Pero al mismo tiempo, encontramos en el resucitado algunas características muy nuevas. Jesús es ahora alguien fuera de este mundo, pero  a la  vez esta  presente desde una realidad   nueva,es una nueva  presencia.
 Por eso el resucitado es difícil de reconocer. Los testigos tienen ante él  una impresión extraña, la de encontrarse con alguien a quien conocen, pero que es al mismo tiempo un intruso, una especie de pasajero clandestino, venido de otra realidad.
 Por eso los primeros cristianos insisten tanto en  la unión entre  muerte y resurrección. es el centro del mensaje. Jesús muere hacia la resurrección. Y resucita desde su muerte. La resurrección de Jesús no es  un volver a la vida de antes saltando sobre las muerte, es la confirmación, el desenlace de esta muerte aceptada.

5.-Si Jesús ha resucitado, nosotros también resucitaremos

Hay una imagen que nos ayuda ha entender la importancia de la resurrección de Jesús para nuestras vidas, es la del nacimiento. Cuando el niño nace y pasa la cabeza por el cuello del útero, hay una alegría porque ya esta garantizado el nacimiento. Donde pasa la cabeza, pasa el cuerpo.
Cristo es nuestra cabeza y todos nosotros formamos su cuerpo, o sea que si Él cabeza ha resucitado, todos nosotros también resucitaremos. La Cabeza ya esta del otro lado, con su resurrección Cristo como dice el Apocalipsis ha abierto una puerta que ya no se cerrará nunca. Su resurrección es garantía de nuestra resurrección. Por esto luchamos con esperanza, por esto ya para nosotros que aun estamos sometidos a la muerte, no tiene la última palabra. Por esto continuamos a pesar de que las circunstancias nos digan lo contrario, no bajamos los brazos aunque humanamente haya motivo de hacerlo. El nos trasmite su fuerza que nos anima a continuar.

6.- Resurrección: Meta y Camino

La resurrección  de Jesús nos marca la meta hacia donde hemos de caminar, hacia donde todos queremos llegar. No estamos ni perdidos ni desorientado, estamos seguros que  su Camino es el camino que queremos seguir, que  su Vida es la vida que queremos vivir y que su Verdad es la que vence toda mentira. Esta es nuestra meta. estamos  hechos  para vivir como resucitados.
     Pero al mismo tiempo es camino, vamos llegando paso-a-paso. Nuestra vida es un proceso de cristificación a la que no llegamos de una vez por todas, pero hacia la cual damos pasos concretos. 
   creemos en la resurrección de Jesús y convenceremos a la gente cuando vean en nosotros los frutos de la Resurrección: Paz, Gozo, Alegría, serenidad.....
   Es una asignatura pendiente que tenemos delante de nuestro mundo, el mostrar por nuestras vidas que Jesús, El Cristo, esta vivo y porque esta vivo por su resurrección, nada de lo que vivimos, nada de lo que sufrimos se queda sin recompensa.
 La victoria ya esta dada falta solo merecerla por el mismo camino que la mereció Jesús.


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