Santa Teresa "habla de la oración
como un negociar con el Señor"
Francisco: "Orar es alabar al Señor por sus
cosas bellas y pedirle que nos mande esas cosas bellas"
Pero existe también el valor ante al Señor. Aquella parresia ante el Señor:
ir al Señor con valor para pedirle cosas
orar es también "negociar con el
Señor", volverse hasta inoportunos como nos enseña Jesús. .
Abraham habla al Señor con coraje e
insistencia para defender a Sodoma de la destrucción. "Abraham
es un valiente y ora con valor". Abraham, "siente la
fuerza de hablar cara a cara con el Señor y trata de defender aquella
ciudad". Y lo hace con insistencia. En la Biblia, "la oración debe ser valiente":"Cuando hablamos de coraje siempre
pensamos en el coraje apostólico, ir a predicar el Evangelio, estas cosas...
Pero existe también el valor ante al Señor. Aquella parresia ante el Señor: ir al
Señor con valor para pedirle cosas. Esto hace un poco sonreír, está bien
pero hace reír porque Abraham habla con el Señor en una manera especial, con
este coraje y uno no sabe: si estamos ante un hombre que reza o ante un
‘comerciante fenicio', porque regatea el precio, va, va... E insiste: de
cincuenta logra bajar el precio a diez. Él sabía que no era posible. Sólo había
un justo: su nieto, su sobrino... Pero con aquel coraje, con aquella
insistencia, ¡iba adelante!".A veces, , se recurre al
Señor para "pedir algo por una persona", se pide esto y aquello y
despues uno se olvida. "Pero aquella - - no es
oración", porque "si quieres que el Señor conceda una gracia, debes
ir con valor y hacer aquello que hizo Abraham con su insistencia". es el mismo
Jesús quien nos dice que debemos orar como la viuda con el juez, como aquel que
va de noche a tocar la puerta del amigo. Con insistencia: "Jesús nos lo
enseña así ". Y de hecho, observó, Jesús elogia a la mujer sirio-fenicia
que con insistencia pide la curación de su hija. Insistencia,también
si esta nos agota, y "es verdaderamente Agotador". "es una actitud de
la oración". Santa Teresa, recordó, "habla de la
oración como un negociar con el Señor" y esto "es posible
sólo cuando hay familiaridad con el Señor". "Es Agotador, es verdad pero ésta es la oración, esto es recibir una gracia de Dios". el argumento que Abraham utiliza en su oración: "Toma los
argumentos, las motivaciones del mismo corazón de Jesús":"¡Convencer al Señor con las virtudes
propias del Señor!¡Eso es bello! La exposición de Abraham va al corazón del
Señor y Jesús nos enseña lo mismo: ‘El Padre sabe las cosas. El Padre - no se
preocupen - manda la lluvia sobre los justos y sobre los pecadores, el sol para
los justos y para los pecadores'. Con aquel argumento Abraham va adelante. Yo
me detendré aquí: orar es negociar con el Señor, también
volverse inoportuno con el Señor. Orar es alabar al Señor por sus cosas
bellas y pedirle que nos mande esas cosas bellas. Y si Él es tan
misericordioso, tan bueno, ¡que nos ayude!"Yo - concluyó Francisco - quisiera
que todos nosotros, durante la jornada, por cinco minutos, no más, tomemos la
Biblia y leamos lentamente el Salmo 102", recitado hoy
entre las dos Lecturas:"‘Bendice al Señor, Alma mía, que
todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca
olvides sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura...'. Y con esto
aprenderemos las cosas que debemos decir al Señor cuando pidamos una gracia.
‘Tú que eres misericordioso, Tú que perdonas, concédeme esta gracia': como hizo
Abraham y como hizo Moisés. Vayamos adelante en la oración, valientes, y con estos
argumentos que vienen directamente al corazón de Dios".
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